Korte esencias animales - Liebre 15 ml

Esencia de Liebre: Esta esencia aumenta la capacidad de empatía y percepción, especialmente la capacidad de escuchar. Nuestra percepción se agudiza y somos más sensibles al entorno. Hay un dicho alemán: "Sei kein Hasenfuss" que traducido literalmente significa "No seas pata de conejo" que popularmente significa que hay que aprender a afrontar las obligaciones y los miedos. A nivel corporal: la esencia de liebre aumenta nuestra vitalidad, energía y vitalidad. Nos volvemos más frescos y alertas y nuestra sexualidad también aumenta. Funciona como fuente de energía renovadora aumentando nuestra atención y agudizando nuestros sentidos. La esencia trabaja sobre todo en la capacidad de escuchar, los oídos y nuestra capacidad acústica. Muchas personas están permanentemente expuestas a ruidos ambientales o se dañan los oídos al escuchar música a alto volumen. Actualmente es muy difícil encontrar un lugar tranquilo, libre de ruidos. La esencia nos sitúa en el centro y aumenta nuestro poder de concentración. Aprendemos a escuchar a los demás prestando atención a lo que dicen, a percibir acústicamente, pero también a escuchar nuestra voz interior una vez más.

A nivel emocional : al tener una mejor percepción de nosotros mismos y del exterior, nuestra sensación de seguridad aumenta. Estamos seguros y centrados nuevamente. Recuperamos el coraje y como resultado muchos miedos desaparecen. Al aumentar nuestra energía, volvemos a ser conscientes de nuestra energía vital y, por lo tanto, podemos acercarnos a otras personas y recuperar la confianza. Entonces los miedos a la cercanía pueden desaparecer y nos volvemos más amorosos. Aumentar nuestra vitalidad también aumenta nuestras fuerzas de autocuración.

A nivel espiritual: ya no somos víctimas. De la misma manera que la liebre sirve de alimento a otros animales, el hecho de que el más pequeño se sacrifique por el más grande y así pase a formar parte de algo más grande es una ley de la naturaleza. Gracias a una nueva confianza en nosotros mismos, aprendemos a superar nuestros miedos y cambiar nuestro comportamiento hacia la fuga. También aprendemos a afrontar nuestros problemas y a confiar en la protección de Dios, que es principalmente una ayuda para las personas con problemas de abuso de drogas y otros problemas de adicción. Las heridas del niño interior y el comportamiento relacionado con la posición de la víctima y el sentimiento de impotencia pueden transformarse.